Vivimos en un siglo extraordinario de urbanización y globalización. En una era donde las redes expansivas de ciudades adquieren más importancia que los países, a menudo tenemos más en común con ciudades a miles de kilómetros de nosotros que con el interior de nuestro propio país a pocos cientos o incluso decenas de kilómetros de distancia.
Como líderes, inversores y ciudadanos nos preguntamos: ¿a qué clase de oportunidades nuevas y retos nos enfrenamos? ¿Están garantizadas las fortunas de las ciudades y regiones existentes?
Los grandes cambios transforman el panorama de nuestra región. Para empezar, a escala global, nos inclinamos al este. En estos momentos toda Asia (incluida China y la India) representa el 30% del consumo mundial de clase media pero en el año 2050 la actividad asiática supondrá el 70 de la economía global.
También vivimos más. Por primera vez en la historia están presentes cuatro generaciones en la mano de obra y este ensanchamiento demográfico también amplía nuestros valores y la naturaleza de nuestras comunidades multiétnicas. Por supuesto, hay también cambios tecnológicos. La digitalización de la mano de obra y el aumento de la inteligencia automática destruyen las costumbres establecidas y crean ideas totalmente nuevas sobre el trabajo, la habitabilidad, la educación y el ocio. La ciudad de éxito del futuro acogerá con los brazos abiertos estos cambios asombrosos constantes.
El Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo ) están particularmente expuestos a estos cambios a través de sus ventanas múltiples al mundo (los puertos de Rotterdam, Amberes, Gante y Zeebrugge, o Schiphol y los dos aeropuertos de Bruselas). La región interactúa con el este exportando grandes cantidades de artículos de alta gama desde los núcleos industriales de Bélgica, Holanda, Alemania y Holanda, además de importar materias primas del este hasta los centros de consumo del Benelux y las megalópolis renanas. Estas ventanas y centros de producción y consumo están bien (inter)conectadas con autopistas, líneas de ferrocarril y navegación congestionadas. El Benelux está sin duda en la encrucijada de Europa.
Los 20 puertos principales de carga de la UE (in million tonnnes, 2011)
A raíz de ser uno de los principales núcleos de Europa, además de la entrada al mundo más amplio, el sector de la logística y la distribución constituyen una parte excepcionalmente importante de la economía regional. A Bélgica y Holanda se las ha reconocido desde hace tiempo por su accesibilidad multimodal. La actividad en Bélgica se centra especialmente alrededor del triángulo que une Bruselas, Amberes y Gante, y el aeropuerto de Charleroi.
Mientras los clientes minoristas y cada vez más el comercio electrónico continúan impulsando la demanda de inquilinos, se produce una absorción impresionante por toda una serie de clases de activos que empujan hacia abajo los niveles de ocupación en los lugares más populares. Junto con la limitada oferta nueva, aunque con una plétora de inversores que buscan la exposición a las bases sólidas del sector de la región y la logística, los rendimientos de la inversión están pasando por una compresión.
El desarrollo especulativo de almacenes aumenta lentamente , aunque los proyectos por encargo continúan suponiendo una parte importante de la nueva construcción. Junto con los nuevos requisitos más complejos del sector del comercio electrónico, las nuevas aportaciones y enfoques sobre el diseño, la construcción y la garantía de futuro de las instalaciones de almacén se ponen de relieve. Los sistemas avanzados de estantería y recogida, las configuraciones no normalizadas de techos, los muelles de carga de salida más pequeños para furgonetas en vez de camiones y los sistemas TIC a tiempo real de oferta y recogida se están volviendo la norma.
Las instalaciones de personal siguen evolucionando. El diseño basado en unos requisitos legales mínimos ya no es suficiente para unas instalaciones de recogida de alta eficiencia y trabajo por turnos. El diseño funcional, eficiente, basado en las operaciones y orientado a procesos es clave y en lugar de minimizar los costes de inversión, la efectividad operativa se está convirtiendo en un factor principal del mantenimiento de la longevidad del valor de la inversión.
Con los valores de la inversión en el sector logístico mejorando sin cesar, y unas bases de inquilinos más sólidas que alimentan tanto a la oferta de nuevos productos como a las rentas, la próspera encrucijada del Benelux sigue convirtiéndose en un destino atractivo para el desarrollo y la inversión.