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Ian Church explica como Blockchain — la tecnología detrás de la criptomoneda, Bitcoin — brinda a los gobiernos una oportunidad excepcional de adoptar un proceso más trasparente y seguro para el traspaso y registro de la propiedad.

En algunos países el proceso de traspasar títulos de propiedad es relativamente sencillo. En otros puede ser complejo, con serias consecuencias macro-económicas y geopolíticas. Errores en documentación, falsificación de firmas por fraude o corrupción, y fallos en los documentos hipotecarios pueden desencadenar conflictos entre todas las partes interesadas. Según el Banco Mundial, el problema de “título defectuoso” actúa como freno sobre el crecimiento económico. ¿Para qué invertir en terrenos si no puedes demostrar que son tuyos o impedir que de un día para otro te los quiten?

Este asunto de “título defectuoso” no es baladí. Se estima que a nivel mundial, existe capital muerto por valor de 17 billones de euros. En 2017, el Banco Mundial afirmó que solo el 30% de la población mundial dispone de un título legalmente registrado de su propiedad. Ahora los gobiernos ven una nueva herramienta para garantizar el registro de propiedad: la tecnología Blockchain.

 

Un registro seguro y trasparente

El concepto de Blockchain fue diseñado en 2008 por Satoshi Nakamoto que es el nombre utilizado por la persona o grupo de personas que crearon la criptomoneda Bitcoin y cuya identidad real aún se desconoce. Piénsalo así: Blockchain es la ciencia y Bitcoin, su versión aplicada. Al igual que Tesla utilizó la tecnología del motor eléctrico para crear coches elegantes para un público adinerado, el fundador de Bitcoin utilizó la tecnología de Blockchain para crear una moneda digital disponible para todos.

Blockchain se basa en los principios de contabilidad distribuida. Se trata de un registro de todas las transacciones, tanto financieras como no-financieras, entre todos los componentes de la red. Es visible para todos, lo cual aumenta la confianza en el sistema, reduciendo la posibilidad de fraude o corrupción. Se actualiza de forma automática y es resistente a la manipulación.

Además, cuenta con un mayor nivel de seguridad debido a que las claves, nombres de usuarios y transacciones se presentan de forma indeterminada, como ‘&$^@%!623…’ en vez de ‘Password123’. Este sistema es conocido como cifrado hash, actúa como barrera contra los hackers.

Cada transacción que pasa por un proceso de validación realizado por “mineros,” individuos de todo el mundo que desde el confort de su propio ordenador, trabajan para solucionar complejos problemas matemáticos y así verificar las transacciones.

Una vez descifrado el código o problema, la transacción se añade a la cadena de transacciones realizadas por otros usuarios, formando el “blockchain.” Por sus esfuerzos, los mineros reciben criptomonedas como Bitcoin. Según los defensores de Blockchain, este método es eficaz al ser rápido y descentralizado.

 

Ganando impulso

Utilizar Blockchain para registrar una propiedad es relativamente sencillo. El usuario conecta con una cuenta tal y como ya hace para acceder a su banca online, por ejemplo. La página de apertura permite realizar una búsqueda y tras seleccionar un inmueble el comprador potencial podrá visualizar imágenes de la propiedad, además de acceder a información de la zona y el historial de titularidad. Los prestamistas hipotecarios y el registro de la propiedad también tendrían acceso a la misma red digital, permitiendo al usuario solicitar una hipoteca y transferir la propiedad a través de la misma plataforma.

Los gobiernos de Suecia, Holanda, Ucrania, Rusia y Georgia han arrancado proyectos piloto de forma diversa. Suecia, un país más conocido por la innovación que por la corrupción — ocupa el puesto número seis de 180 en el ranking de “Transparency International” — lidera la implementación de Blockchain para el registro de la propiedad. En la actualidad, el país nórdico está implementando la segunda fase de un programa piloto prometedor que se inició en julio 2017.

La empresa privada que trabaja con el gobierno sueco afirma que el sistema de Blockchain podría llegar a los agentes inmobiliarios en 2020. Los beneficios de esta herramienta digital que reduce la burocracia y agiliza las transacciones pueden traducirse en un ahorro de 83 millones de euros para los contribuyentes suecos, añade la empresa.

 

Un paso positivo

Aunque Blockchain como herramienta para el registro de propiedad está ganando popularidad en Europa continental, no está libre de dificultades. Para empezar, falta probar el sistema a gran escala. Y como cada transacción se añade a la contabilidad de forma permanente — y el sistema depende de muchos individuos en todo el mundo para el proceso de validación — corregir un error no es tan fácil como llamar a tu banco para que lo solucionen. Por último, en la mayoría de países, la legislación requiere una copia por escrito de cualquier acuerdo legal.

Sin embargo, para muchos las ventajas son obvias. La Comisión Europea en particular se está tomando muy en serio el potencial del sistema. Hasta la fecha ha invertido 80 millones de euros en proyectos que apoyan el uso de Blockchain en ámbitos técnicos y sociales y otros 300 millones de euros se asignarán antes del 2020. En febrero de 2018, la UE lanzó el Foro y Observatorio Blockchain que según la comisaria europea de Economía Digital y Sociedad, Mariya Gabriel, es “uno de los repositorios más completos del mundo de experiencia y conocimiento de Blockchain”.

En abril de 2018 la Comisión Europea estableció la Alianza Blockchain Europea, firmada por sus 22 países miembros. El objetivo era compartir experiencias y conocimientos en ámbitos técnicos y legislativos, y prepararse para el lanzamiento en toda la Unión Europea de aplicaciones Blockchain en el Mercado Único Digital.

A pesar de sus dificultades iniciales, Blockchain y sus tecnologías derivadas como el Bitcoin no muestran señales de desaparecer. Para los expertos, el uso de Blockchain para el registro de la propiedad es un indicativo de lo que está por venir y una posible solución para un persistente problema global.