Los beneficios de remediar y reurbanizar terrenos contaminados en desuso en Europa
El concepto anglosajón ‘Brownfield’, según la agencia de protección medioambiental de los Estados Unidos (EPA), se refiere a una propiedad, cuya expansión, re-desarrollo o reutilización puede ser complicada debida a la presencia o potencial presencia de sustancias nocivas o contaminantes. Estos terrenos se suelen encontrar ubicados dentro de áreas urbanizadas o en sus inmediaciones.
Volver a poner en uso los denominados ‘brownfields’ tiene claros beneficios para la población. Permiten producir beneficios económicos y revitalizar comunidades, generando puestos de empleo, viviendas y espacios verdes, a la vez que eliminan los riesgos de salud y medios ambientales asociados a terrenos y aguas freáticas contaminadas.
La Comisión Europea estima que cada año más de 1,000 km2 de suelo no urbanizado podría ser apto para albergar parcelas residenciales, viales e industria. Sin embargo, con más de tres millones de “brownfields” en Europa, ¿Por qué se está ignorando esta oportunidad?
Para muchos la respuesta es sencilla: “es difícil hacerlo”. Después de todo, los “brownfields” son terrenos normalmente de gran tamaño que requieren esfuerzos sustanciales de descontaminación y limpieza. En Europa del Este, los “brownfields” albergan a menudo viejas instalaciones de tipología industrial y, en ocasiones, con gran cantidad de residuos acumulados. Los gobiernos suelen seguir siendo responsables de estos terrenos a pesar de la privatización. A la hora de remediar este tipo de suelo, el foco se suele poner en reducir riesgos de salubridad o medioambientales.
Al mismo tiempo, la remediación de suelos puede conllevar una inversión inicial considerable con un retorno muy lento, e implica un alto nivel de planificación ya que los posibles elementos contaminantes presentan a menudo una gran variedad de compuestos: desde hidrocarburos poliaromáticos, metales pesados ¡, disolventes, etc.
Oportunidades Urbanas
Sin embargo, su desarrollo puede presentar ventajas sustanciales. En Europa Occidental, una gran cantidad de estos solares se encuentran integrados en la trama urbana, con buenas redes de comunicación que los conectan y abastecimiento de servicios públicos. Muchos se encuentran en ubicaciones privilegiadas, cercanos a las ciudades, lo que les aporta un alto valor inmobiliario. Por ejemplo, la remediación y reurbanización de una instalación de almacenaje de hidrocarburos en España, ubicada en el centro urbano de la ciudad de Málaga, ha transformado un área deteriorada en una zona urbana con gran atractivo. Mientras que los solares de Europa del Este puede que carezcan de ubicaciones privilegiadas similares, es habitual que haya financiación disponible para la descontaminación de los solares por parte de la Unión Europea y el Banco Mundial, lo que permite que se compense el coste.
Reducir los riesgos
Definitivamente, adoptar un enfoque que tenga en cuenta los riesgos es crucial en este tipo de iniciativas. Mientras a priori podría parecer más sencillo y atractivo simplemente extraer los contaminantes, esto puede suponer un enfoque menos sostenible, caro y perjudicial. La forma correcta de proceder pasa por evaluar los focos de contaminación y su origen, las posibles vías de exposición y los potenciales receptores y, sólo entonces, crear una solución adecuada y que optimice el coste. Esta aproximación es comúnmente denominada remediación basada en riesgos, y persigue la implantación de medidas correctoras que presenten un balance coste – beneficio equilibrado. La evaluación del impacto sobre las áreas adyacentes es también un factor clave.
En este tipo de emplazamientos es aconsejable además integrar la remediación con el propio proyecto de reurbanización. Los “Brownfields” que tienen como objetivo ser transformados en desarrollos de uso mixto tendrán diferentes requerimientos de descontaminación y limpieza que los que sean destinados a suelo terciario o residencial. Los promotores deben realizar procedimientos de remediación adaptados a los estándares previstos para las diferentes funciones a las que se destinará el suelo.
El diseño de los desarrollos en estos terrenos puede modificarse para utilizar soluciones que optimicen el coste y sean más sostenibles. Por ejemplo, si se ubica un parking subterráneo en un área fuertemente contaminada, los costes de excavación pueden repartirse entre la remediación y la construcción. Factores como la ubicación de determinados elementos en el planeamiento futuro también son importantes para el coste y la reducción de la huella de carbono, ya que el terreno ubicado bajo una carretera no debe cumplir los mismos criterios que bajo un área ajardinada.
Un bien para todos
El suelo en Europa es un recurso limitado. Por un lado es cierto que los “brownfields” suponen un reto, pero también representan una oportunidad para los gobiernos, promotores y propietarios del suelo, ya que permiten transformar terrenos abandonados y contaminados en lugares más limpios, más seguros y más deseables para vivir y trabajar. Al final, los beneficios medio ambientales, económicos y sociales son difíciles de ignorar.