La obligación de ser sostenibles – ser verdes no es una cosa del futuro. ¿Cómo ir por delante con las certificaciones LEED/BREEAM?
Las soluciones sostenibles en la edificación han dejado de ser algo secundario e innecesario. De hecho, a través de normativas y de la propia demanda de los consumidores se están convirtiendo en algo obligatorio a nivel mundial. Una empresa que decide ignorar la sostenibilidad en las actividades relacionadas con el mercado inmobiliario empezará a ver como se reduce su competitividad.
La discusión entre la opinión pública sobre el cambio climático, las condiciones en el entorno laboral, el impacto medioambiental y la responsabilidad social corporativa ha alcanzado su punto más alto. Una prueba de ello es la firma del acuerdo de Paris. Todos los países del mundo estarán ligados a un acuerdo que tiene como objetivo centrarse en el cambio climático y reducir las emisiones de CO2 .
Los países que tendrán más fácil tomar contacto con estos asuntos serán aquellos que desarrollen redes de energía renovable y sean apoyados por un gobierno estable con una fuerte financiación. Uruguay se ha postulado como el paradigma del cambio que se aproxima. El país fue capaz de generar el 95% de su electricidad mediante energías renovables en diez años. Las empresas necesitarán tomar un enfoque similar. Aquellas que están realmente comprometidas hacia una reducción de su impacto medioambiental destinan financiación y siguen una hoja de ruta clara y medible hacia la sostenibilidad. Aquellas que no lo hagan, experimentarán un impacto negativo en el valor de sus acciones, reputación y cuota de mercado, si es que no lo han experimentado ya.
Una forma de reducir inmediatamente el impacto medioambiental de las operaciones de una empresa es aplicar sistemas de certificación sostenibles tales como LEED (Estados Unidos), BREEAM (Reino Unido) y DGBM (Alemania) ya sea para proyectos de nueva planta o proyectos que afecten a edificios existentes. Estos sistemas de certificación permiten a propietarios y operadores cuantificar el impacto de poner en marcha prácticas sostenibles, aplicando métricas comunes y criterios que pueden ser comparados de forma homogénea. Estas certificaciones sugieren además una variedad de soluciones que permiten reducir el coste operacional y mejorar la calidad de las edificaciones.
La reducción de los costes operativos de los edificios tales como energía y consumo de agua o requerimientos de mantenimiento tiene un efecto directo en el valor de venta de un edificio, aumentando el interés de potenciales inversores o inquilinos sobre ellos. Muchas empresas internacionales requieren características sostenibles, por ejemplo certificaciones verdes, como una condición no negociable en sus contratos de alquiler. Los edificios que no alcanzan estos estándares atraen a menos potenciales inquilinos, y no son capaces de mantener el valor de la inversión. Por otro lado, los edificios que se han diseñado, construido y operan de forma sostenible, atraen a un mayor número de empresas que alquilarán el espacio a mayor coste y por más tiempo.
Además, existen otras ganancias que tienen un significante impacto en las operaciones del edificio. Crear un ambiente interior más saludable a través de la implementación de medidas como mejora de la calidad del aire interior y tener acceso a luz natural, puede suponer una reducción en las bajas laborales por enfermedad, empleados más felices y menor rotación de empleados. A pesar de que estas pueden parecer métricas abstractas de recursos humanos, impactan el resultado de la empresa de forma significativa. Tener empleados felices suelen conllevar mayores beneficios y negocios más sostenibles.
¿Qué coste tendrá lograr una calificación BREEM más elevada?
Por ahora, los inversores tienen que proteger su reputación. Dado que la exposición pública de las huellas de carbono y del comportamiento energético de edificios y de las operaciones de las empresas son cada vez más comunes e incluso obligatorias en algunos casos, no cumplir con las normativas de obligado cumplimiento afectará a los resultados financieros y a las operaciones del día a día de las empresas. El valor de las propiedades inmobiliarias se verá afectado, por lo que las edificaciones tendrán que ser sometidas a costosas reformas para minimizar el impacto del cambio climático, llegando en algunos casos a no ser viable económicamente remodelar algunas edificaciones.
La conclusión es que incorporar el cambio climático a la lista de preocupaciones de las empresas e incorporar la sostenibilidad en las actividades diarias de las mismas es el único camino para lograr negocios más eficientes. A día de hoy, las empresas progresistas se están beneficiando de ir por delante con respecto a la sostenibilidad. Están construyendo una reputación en torno a este tema, logrando de esta forma una ventaja competitiva. Aquellas empresas que no se preocupen de la sostenibilidad tendrán una alta probabilidad de quedarse atrás con respecto a sus competidoras.