La gestión eficaz de un activo inmobiliario debe partir siempre de una base de datos fiables, sin embargo a menudo la información llega de forma descontrolada y es difícil de entender. ¿De qué manera pueden las nuevas tecnologías proporcionar la máxima fiabilidad y eficiencia operativa? Por la arquitecta Sara Alonso.
Una parte fundamental de una buena gestión de activos inmobiliarios consiste en un plan operativo de prevención, que contribuya a que la propiedad funcione correctamente. Esto requiere recopilar, coordinar y gestionar cantidades ingentes de información sobre el inmueble, desde el diseño hasta el funcionamiento y gestión del edificio.
Sin embargo, muchos gestores encuentran serias dificultades para localizar los datos más relevantes debido a la ineficacia a la hora de buscar, clasificar, almacenar y analizar la información. A la larga, esos datos descontrolados pueden salirle caro al propietario y en el peor de los casos, traducirse en pérdidas económicas.
Redefiniendo la gestión operativa
Las ventajas de analizar, optimizar e interpretar los datos de un inmueble son significativas: desde reducir el gasto operativo de la propiedad a lo largo de su vida útil, hasta anticiparse a resolver los problemas antes de que ocurran o mejorar la durabilidad de las instalaciones.
Según la International Facility Management Association, un plan operativo bien diseñado puede ahorrar hasta el 30% en la partida de mantenimiento. Imagine el impacto que un plan de gestión detallado y fiable podría tener sobre los gastos operativos de un inmueble.
Un modelo único
Las últimas tecnologías y metodologías más avanzadas pueden garantizar una gestión eficaz de los datos, creando conocimiento de gran valor añadido a los propietarios. El Building Information Modeling (BIM) y la realidad aumentada son buenos ejemplos de procesos inteligentes y nuevas tecnologías que hoy en día están cambiando nuestra forma de entender la gestión operativa.
Mayor control y gastos reducidos
Hasta hoy, los diseños de arquitectos e ingenieros contenían simplemente información relativa a las dimensiones y geometría de los edificios. Con BIM — que permite el proceso de integrar en un modelo único toda la información del diseño, construcción y funcionamiento de un inmueble — se pueden crear diseños actualizados que, además de geometría simple, contienen datos muy útiles sobre los costes, especificaciones y detalles técnicos de cada componente del edificio. Y todo dentro del mismo modelo. Con esta herramienta, el propietario tiene un control absoluto sobre sus activos inmobiliarios desde la fase de diseño y construcción, hasta el funcionamiento y gestión una vez estén operativos. El resultado: gastos reducidos y un aumento en el valor de la propiedad.
Mejorar la gestión operativa
BIM es una herramienta mayormente conocida por su utilidad durante las fases de planificación y construcción, pero es mucho más que eso. También aporta gran valor añadido durante la fase operativa del inmueble: permite la incorporación al modelo de los datos referentes al funcionamiento y ciclo de vida de los elementos clave, lo cual ofrece una visión más completa de la vida útil del edificio y mejora su eficiencia constructiva y operativa.
A través de un único modelo BIM los gestores también pueden extraer, añadir y acceder a información esencial de sus activos a tiempo real, como por ejemplo, los manuales de mantenimiento o especificaciones técnicas de los componentes más importantes del edificio; lo cual se traduce en una gestión inmobiliaria más eficaz.
Anticiparse a los problemas
Al implementar a este proceso tecnologías disruptivas como puede ser la realidad aumentada, se maximiza el potencial de BIM. En esencia, la realidad aumentada permite visualizar los datos y sistemas de un inmueble in situ y en tiempo real. Imagínese por ejemplo, poder realizar un paseo guiado por su propiedad y que a través de la realidad aumentada le pueda indicar conflictos potenciales incluso antes de que comience la construcción, informe de cómo resolverlos y permita la toma de decisiones en un entorno visual e intuitivo.
Maximizar el rendimiento
Las últimas tecnologías y nuevas metodologías para el tratamiento de datos permiten crear planes de gestión inmobiliaria más eficaces. Para los propietarios, este plan permite un control total sobre sus activos y marca un camino a seguir con el que las decisiones operativas se vuelven más sencillas. El valor de la propiedad se ve aumentado por la reducción del gasto total asociado al inmueble, a la vez que se alarga la vida útil de las instalaciones más relevantes del edificio. BIM y el poder de la gestión de la información están cambiando la forma de diseñar y gestionar los activos inmobiliarios, maximizando su rendimiento tanto técnico como económico.